El mal cuidado de la salud dental puede acarrear complicaciones coronarias. ¿Cómo reconocer los peligros?
Actualmente, no solo los dientes sino también las encías juegan un papel importante en el desarrollo de estos eventos, que pueden llegar a precipitarse si no se realiza la detección temprana de afecciones periodontológicas. El gran peligro es que avanza de manera silenciosa y luego afecta de forma significativa al corazón.
La cardiopatía isquémica es una enfermedad ocasionada por la arteriosclerosis de las arterias coronarias: las encargadas de proporcionar sangre al músculo cardíaco (miocardio).
“Las personas con periodontitis tienen no solo una mayor factor de riesgo en su salud dental, sino también en su corazón y vasos sanguíneos”, dice William Watt Kerr, profesor de Clínica Médica de la Universidad de California, Estados Unidos.
Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) instó a sus estados miembros a incorporar la salud bucodental a las políticas sanitarias preventivas. Mientras que la Unión Europea invitó al resto del mundo a promocionar el desarrollo de futuras políticas de salud para enfermedades crónicas, incluyendo en ellas las bucodentales más comunes.
Es una complicación producto de la adherencia de la bacteria a la superficie valvular del corazón: “Estas bacterias crecen formando vegetaciones que pueden generar abscesos (cúmulos de pus) y desprenderse provocando embolias que pueden impactar y comprometer la circulación sanguínea de esa zona del cuerpo”.
Según la Academia de Odontología General (AGD), la enfermedad de las encías afecta a más del 60 por ciento de la población, aunque eso no significa que vayan a tener problemas coronarios. Sin embargo, recomienda visitar un especialista si se padece algunos de los siguientes factores:
- Encías rojas, blandas o hinchadas
- Encías sangrantes al cepillar o al usar hilo dental
- Encías que parecen estar separadas de los dientes
- Mal aliento crónico o un sabor desagradable en su boca
- Dientes que están flojos o separados entre sí
Todo esto puede ser evitado con las debidas precauciones, previendo las posibles consecuencias y realizar la consulta adecuada para evaluar si se debe tomar o no antibióticos antes, como así también teniendo un control responsable de la salud bucal.